¿La verdad?

La verdad, es que ya no se que hacer. No se que hacer conmigo. No se que hacer con mi vida. Con mi futuro, así como no supe que hacer con mi pasado ni se que hacer con mi presente. Soy un punto ciego en la sociedad. Eso es lo que soy. Así es como me siento. Y pensar que con un solo cambio en la realidad todo esto se podría haber evitado. Con que tan solo vos no te hubieras cruzado en mi camino. Si vos no te hubieras puesto en el medio de mi vida. Echando todo por la borda. Echando todos mis sueños. Todas mis esperazas que hasta ahora tenía depositadas en mi vida. ¡En la tuya! En TU vida. Que no necesariamente me incluía a mí.

Nunca fui parte de la tuya, aunque vos pareciste ser siempre parte de la mía. Por eso te digo. No tengo rencor, no hacia vos, tal vez si hacia mi. Por ahí por haber dejado que mi ilusión le ganara a mi cordura. Como dice el dicho. El corazón actúa por razones que la mente nunca entenderá. Tal cual. Así me siento. No entiendo. No TE entiendo. Siempre girando en lo mismo. ¿Por qué, si de verdad esperabas ilusionarme nada mas te tomaste tanto tiempo? ¿Tanta delicadeza de hacerme entrar en la fantasía eterna con vos de protagonista? ¿Para que? Si lo único que querías era desgarrarme por dentro lo podrías haber bien hecho sin tanta molestia. No se. Hay cosas que no cierran. Y que no creo que nunca tenga el coraje como para enfrentarte y cerrarlas.

Sí, te extraño. No lo voy a negar. No puedo negarlo. Pero tenés tendrías que saber que SI puedo seguir con mi vida. O lo que queda de ella sin vos. Te necesito. Pero como a un drogadicto sin droga. Vive. Pero sin vivir. Ya no sufre. Ya no le duele. Ya no siente. Así estoy. No siento. Desearía poder volver a sentirte. Pero no. Se que no va a pasar. Y me duele.

Duele tanto.