miércoles, 25 de abril de 2012

Fingir que todo esta perfecto, mientras duele...



     Caminando por la calle me preguntaba como llegue a ser lo que soy. Cómo es que sigo acá y por qué. Muchas respuestas posibles se me amontonaron en la cabeza, pero la realidad, es que uno no tiene una razón por la cual seguir viviendo, sino que no tenemos una razón tan grande como para que nos haga desistir a la ideología de que las cosas van a mejorar y ser únicas en un futuro de nuestra vida. Y sin embargo, cuando las cosas que estaban mal en nuestra vida mejoran, pasamos a desear cosas más grandes, nunca llenando el ego interno de esperar más de lo que realmente podamos poseer.


Las cosas no mejoran porque sí. Las COSAS no cambian, NOSOTROS cambiamos.


Cambia la forma de pensar, cambian nuestras metas. Crecemos y vemos el mundo de esta forma más adulta, más madura; poniendo adelante nuestros cerebros y nuestros problemas a solucionar. En este momento, en este segundo que estás dedicando para leer mis palabras, te incito a protestar. No sigas desperdiciando el tiempo, no regales segundos de tu corta vida a la nada misma, porque la verdad es que si a un problema lo podés solucionar, ¿Para qué preocuparte por él?, y si no lo podés arreglar, ¿Para qué preocuparte por él? 


You know what I mean?



Viví y respirá, porque no sabés si mañana vas a poder seguir haciendolo.

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